Más y más

Ya es martes. Y con el retraso de una tirada de bolos non stop volvemos a la carga de la esperanza catódica. En unos nanosegundos entramos en el vivo y directo. Con las sensaciones contradictorias que siempre un trabajo así provoca. Pero es la magia de esa caja llamada televisión y que en algunos tantas sensaciones y emociones despierta. Y ahora toca cuando nos despertamos... ¿Te unes a nuestra cruzada anti aburrimiento?

El inicio retardado no impidió hacerlo con la fuerza de las noticias a la contra y lo insólito de este mundo. Pero sin perder ritmo nos fuimos a conocer la realidad digital en las aulas, lo importante de esta herramienta que es Internet. La misma que tanto nos une gracias a la emisión directa y sin trampa ni cartón, y a los correos, comentarios... Mil gracias por devolvernos nuestro trabajo en forma de fidelidad bien entendida.

Y qué más. Hoy era día de moda y en mayúsculas, con una de las 'coolhunter' o cazatendencias más claras de esta tierra insólita, Montse Chomón de Trasgo Modas. Recorrimos lo que se llevará y no de forma amena e hicimos una semblanza de un grande como Custo Dalmau, el mismo que rubrica su ropa valiosisima para los modernuquis de lo textil. Sin olvidar la visión de qué se cuece en los armarios de 'Sexo en Nueva York'...

... Y es que la serie, sus protagonistas y la película que ¡por fin! llega este viernes a la cartelera patria sirvió de excusa en nuestra tertulia de Mujeres Esperadas, bien nutrida con la presencia de Patricia 'Ladie Riot' que se estrenaba en la cosa tertuliana y Fátima, que repetía y con gusto (y buen ídem por su estilismo de informativos). Pero no quiero dejarme en el tintero a la presentadora más dicharachera, Azucena Valdés, que se calzó un par de Manolos con permiso del suyo propio para poner la chispa al coloquio en femenino... Donde sacamos en claro que las mujeres son amigas o más y que el sexo es tema de uso común, pese a algunos prejuicios o tabús aún integrados en este mundo rancio.

Y de allí directos todos o casi al preestreno de 'Los Cronocrímenes' de Nacho Vigalondo, motivo de encuentro con otros 'essperadores' ávidos por lo nuevo del cineasta cántabro, hijo de una madre esssstupenda que ha prometido ante testigos acompañarnos una tarde cualquiera para contar cómo ella misma no entiende el invento ficcionado que ha salido de la cabeza pensante del cabezonense. Mucho me temo que no es la única que piensa así. Pero el evento sirvió para sociabilizar y comprabar que algunos -que no son pocos...- nos esperan sin desesperar. Y olé.