martes, 24 de junio de 2008

Magia o no


En una noche mágica toca trasladar en palabras un programa que pudo serlo. Incluso lo fue por momentos. Pero los comienzos, en este caso de semana, siempre son difíciles, y los duendes o las incomprensiones tratan de hacer acto de presencia y romper los moldes de lo establecido, lo lógico o lo deseable.

Pese a circunstancias el aire en vivo y sin dobleces siempre te posiciona, ante esa masa informe que es el espectador. Ya sea uno, dos o ninguno. Pero con el instinto comunicativo a flor de piel. O de foco. Así que el reloj fue dando paso a las noticias de la vida real o surrealista, los famosismos varios y a los primeros invitados. De sorpresa llegaron los idiomas educativos, su necesidad y el bilingüismo como extensión de la calidad educativa. Son otros tiempos. Me siento un esperador del pasado cuasi remoto.

Buenas palabras, mejores gestos y cercanía, toda, la que nos ofrecieron Menchu y Nunci, dos embajadoras de las bondades de San Juan de la Canal, su hoguera mágica ancestral, sus fuegos acuáticos del buen artificio, sus gentes, la arena fina de la playa, los finos que se ven fuera de contexto... Y esa conexión que no se fuerza, que fluye y que da sentido a un programa y una entrevista trial improvisada. Con o sin rituales.

Más con más. Bustamante siguió dando color y música a la tarde, de la mano de dos de sus fans más entregadas, Ana y Charo, que se dejan la piel en el camino porque su ídolo lo sea más y ver cómo crece entre canciones proporcionalmente a la felicidad rítmica de estas mujeres que no son teenager locas lanza-intimidades, sino fervientes de un joven que les da mucho a cambio de nada. Ni de unas míseras entradas de concierto. Saber para creer.

Y cierre afectuoso, de lunes. Con la dependencia emocional en la cabeza y en algunos corazones. En un diálogo intenso, de emociones, de sentires, con Eneko y Ángela, virtuosos de la palabras que hacen uso de sus artes en el Palabrerío, esa improvisación reflexiva del azar textual. Que no textil, propio de las historias que nos trasladó Alba, la esperadora madrileña, curtida en las Rebajas pero acalorada de más.

¡Cómo sube la temperatura (en plató y fuera de...)!

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