17.26 El reloj ya nos recuerda que con todo o sin nada tenemos que salir al aire. Y no precisamente a tomarlo, porque a estas horas una ventolera inesperada amenaza con fastidiar la tarde. Aunque siempre quedará el remedio catódico, el servirse un TeA con buen gusto, temas interesantes, personas que lo son más, sonrisas, pocas lágrimas, palabras polisémicas... Pues todo sea ponerse en acción. Os estaré esperando, como siempre, sin desesperar...
17.49 Noticias, muchas, y el reencuentro con el foco tras el fin de semana. Todo es poco para contar lo que ocurre en el mundo, propio o ajeno, más malo que bueno. En fin. Por eso fijarnos en lo que se dice, se cuenta, se rumorea, siempre es un motivo más que suficiente para justificar nuestro inicio. Muy acalorado, eso sí. Y siempre con las dudas de los invitados que llegan y los que se quedan en el camino. Veremos viendo... 18.17 Reforzando en positivo, en la educación de esta tierra infinita. Y con el placer de encontrarse con una persona tan interesanta como Carmen Rumazo, que sufre los focos sin rayos uva. Lo bueno es saber que quieres lo necesitan pueden tener un apoyo extra que incide en la diversidad. Y qué mejor eso que nosotros diversos lo somos y mucho.
18.55 En plena pausa, con un calor frente al diluvio universal de las calles. Genialidad la de las letras, en libros y libreros que nos trasladan cosas fantásticas. Y dentroooo. 19.31 No fue el mejor programa, pero tampoco el peor. Aunque los invitados, con su majura, siempre dan alas a una historia catódica. Y las partes con Irene, Ángela, Virginia y Javi siempre merecen más que la pena. Son gente joven, talentosa, con cosas -muchas- que decir y aportar a toda la audiencia. Hoy dialogamos de la empatía, esa cualidad poco hablada y menos difundida de ponerse en el lugar del otro. Sólo imploro que alguien se ponga en nuestro lugar y obvie las erratas y confusiones en este mar de luz artificial que sube la temperatura malamenta.
Hasta mañana, si la antena quiere.
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