martes, 3 de junio de 2008

Amor y respeto catódico


En la cuerda floja del directo uno nunca sabe qué puede pasar o no. Lo esperado desesperada o viceversa. Y la rueda de la duda hace que unos contenidos estén con pinzas hasta el último segundo previo aire infinito. Éste de dos horas rigurosas. Pero, hasta ahora, espero con todos los sentidos y con la fortuna de los invitados gustosos y lustrosos. Es una sortudez no saberse solo en el plató(n) pensado cual salón warholiano de modernez. Aunque ya se sabe que cuadrar agendas o sensibilidades es un trabajo del chino pedantín (para más info Azucena Valdés, allí de mañana).

Hablar de Constitución puede ser algo denso. No fue así de la mano de Alonso, experto educativo, que hace que cualquier tema sesudo lo convierte en algo didáctico. Y es que la carta de derechos y deberes nos conforma como ciudadanos y si en TeA ayudamos a tener una visión global del buen ídem, mejor que mejor.

El tiempo me ha porporcionado en esto de las lides mediáticas el conocer gentíos interesantes. Si tuviera que elegir una mujer básica de mis descubrimientos gritaría sin dudar Malachavala. Incomprendida por tantos pero necesaria para mí. Hoy diseccionó todo su ser y filosofó con gran lucidez, hablando de amor y respeto como base de sus idas y venidas. Todo implícito en sus manifestaciones artísticas, multicanalizadas y superadas por su yoísmo pluscuamperfecto. Nos iluminará cada semana y esperaremos con avidez la sorpresa que supone su ser y conocer.

Más féminas, dos y especiales: Fátima y Eva. Vírgenes catódicas pero magníficas en el verbo y los pareceres, con temas complejos como la ficticia o realista amistad hombre/mujer, el odio intrínseco entre el colectivo woman o los ligues trabajados (se entiende mal que en el trabajo). Motivos más que suficientes para hacer de Mujeres Esperadas una tertulia básica y locuaz. Siempre magnificada con esa caja polisémica de palabras, frases y sueños compartidos, que hacen que cada invitado se pierda en sus visiones oníricas de esto que llamamos vida.

Una vida televisada o casi en el experimento que se sirve caliente pero sin dos rombos. TeA y sé feliz.

1 comentario:

Anónimo dijo...

gracias por la parte que me toca del post anterior y de todos los siguientes que vendrán ;)
Estaba intentando ver en directo aquitv, parece que mi ordenador no lo lleva muy bien... pero por fin conseguí ver algo! Salía Azucena pidiendo publi en medio de un ataque de risa, el sonido se acoplaba bastante y parecía la hormiguita asesina, toda roja...jajaja (con respeto, eh? que esa chica me cae mu bien)

Me hizo mucha ilusión (el lunes)que preguntasen si yo era Ángela y me pusieran a tu lado, me sentí importante, aunque fuera a costa de mis dos altos y hermosotes compis.. jeje (puede que sea un síntoma de exceso de autoestima?? jaja..fuera bromas, entrando en lo de la sección de Afectos, yo creo que no existen dos extremos de autoestima, sí las dos conductas, o muchas más, pero extremo real solo hay uno, "el que está por los suelos", con disfraces o sin ellos)

FELICIDADES HANDSOMEMAN!