miércoles, 9 de julio de 2008

Me encanTeA


La curiosidad de la sorpresa, de los duendes de la cosa catódica impiden saber la verdad de lo que será sin serlo y de la posibilidad que no es posible. Lío en palabras pero no en realidades de un trabajo rico en vivencias, personas, visiones y hasta apariciones. Lo imposible no lo es. Lo que no debiera serlo se cruza...

... Pero es ése no sé qué el que hace que nos encante nuestro trabajo. Al menos a los que como en TeA somos vocacionales y entregados a la causa. Con beneficio, en especial el cariño de los esperadores del otro lado que dan sentido a toda la parafernalia.

Hoy, en la cercanía del directo, pasamos de hablar del perro de agua del cantábrico, a la belleza rural con las albarcas puestas, el sentido terapéutico del ritmo o el dotar al verano joven de realidades diversas con el ocio en el horizonte. Todo en el contexto de las palabras, los sentires, los silencios, los quereres que son poderes y la esperanza sin desespeídem.

De este modo nos construimos y reconstruimos cada tarde. Para ser nosotros mismos.

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