Así estamos hoy todo el equipo de TeA. La visita a plató de Carlos y Juan Carlos Naval, padre e hijo, afectados del incendio de Tetuán, nos ha removido mucho o más. Desde su cercanía hemos comprobado el dolor que se siente al perderlo todo. Al mirar hacia el futuro y no poder ver nada, ni una pequeña luz. Las promesas no se entienden, los compromisos se diluyen, pero sus vidas tienen que continuar presas de la incertidumbre. Para ellos y el resto de afectados, como Gloria que entró a relatar su mal trago telefónicamente, todo nuestro apoyo y nuestra pantalla como medio de expresión. Fuerza infinita.
Pero más allá del suceso, este jueves tuvo un triplete cultural interesante. Así lo fue la visita de Ágata Ruipérez, del Punto de Información Europeo de Bezana, que habló de un ciclo de cine para abrir mentes y realidades. O la de Pilar Burgos que derrochó elegancia y expresividad para contar que en Cacicedo gustan del teatro mayores y pequeños. Sin olvidar el dúo sabio y musicalizante que formaban Ana Lann y Paolo Latrónica, que disertaron sobre el artisteo, el machismo, la igualdad, la creación... Digno de una gran tarde.
Que no sea la última. Seguiremos nuestra espera. Devolvemos la conexión y no perdemos el ánimo.
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