¡Qué bueno que viniste!

Pasan tantas cosas, buenas y menos buenas, en la producción y emisión de un nasciturus audiovisual como Te Espero Aquí, que es complicado y hasta comprometido contarlo. Pero al menos el balance o balanceo es positivo. Por mucho que los calores cada tarde suban y suban como la espuma o el IPC. El caso es que este jueves era primerizo y seguimos en el descubrimiento de nuevas corrientes de ideas, en caras que serán familiares y en historias que esperan sin desesperar pero que bien merecen sus minutos de gloria local (y virtual).

Qué interesante es saberse bien rodeado por dos perfectos desconocidos. Y es que siempre confié en su peliculera bondad. Hoy lo demostraron los sabios del servicio de aulas hospitalarias y domiciliarias, que entendieron el tono coloquial y hasta se perdieron un viaje en barco por la bahía capitalina por sentarse en la moralidad (de los sofás) de TeA. Mil gracias para ellos, por su visita informativa y eficaz, sin olvidar el servicio en sí mismo.

La emoción se personificó en Leticia Mena, la particular PrincesaSinZeta de este esperador incipiente, que debía estar en esta primera semana. Ella lo es todo y mucho para mí, y el destino siempre se encarga de hacernos esperar juntos. Le debo tanto que quería devolverle la moneda dejándole hablar de su tema favorito: la maternidad. Ayudas, bebés, consejos... Útil y lacrimógeno, pero necesario. Gracias, gracias, gracias... Nos debemos un cocido montañés.

Y sin deudas llegué o lo intenté a ese invento que es la Espiral Cultural, una atracción de feria catódica, la conjunción de artistas o creadores que dan mucho de sí. Entre manzanas y conexiones amorosas recorrimos las realidades culturetas de esta región infinita. Con o sin preguntas, con más o menos improvisación, amén de las palabras que habitan en nuestra 'caja' ídem, el resultado fue de lujerío. Como tener al filo de la irrealidad telefónica a la buena de Marián, gaditana de adopción supuesta que pese a su seriedad desveló la conexión Norte_Sur. ¡Buen arranque compañera!

Sin olvidar a los llamantes, comentaristas y audiencia genérica que apoyan este invento vespertino que nos deja sin siestas, Beas, cutremodelis ni cafeteo feliz. Todo sea por la audiencia, que diría José Luis Moreno. Invitado queda que seguro se tosta en nuestro plató. Eso sí, no le esperamos en ropa interior. Lo nuestro es horario de tarde...

... Y por eso cada tarde, de lunes a viernes A TI, Te Espero Aquí.